Facebook Twitter Instagram
    miércoles, noviembre 29
    Facebook Twitter Instagram YouTube
    CANAL DE CRISTOCANAL DE CRISTO
    • Home
    • Noticias
    • Quienes Somos
    • Oraciones
      • Santo Rosario
    • Donar
    • Papa Francisco
    • Reflexiones
    • Ministerios
    • Contacto
    CANAL DE CRISTOCANAL DE CRISTO
    You are at:Home»Noticias»¿Sabes Por qué las oraciones terminan con “por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo”?
    Noticias

    ¿Sabes Por qué las oraciones terminan con “por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo”?

    CanalDeCristo.ComBy CanalDeCristo.Com29 enero, 2018Updated:15 febrero, 2018No hay comentarios3 Mins Read
    Facebook Twitter Pinterest LinkedIn Tumblr Email
    Share
    Facebook Twitter LinkedIn Pinterest Email

    CRISTO VIVE PARA SIEMPRE PARA INTERCEDER POR NOSOTROS

    Fijaos que en la conclusión de las oraciones decimos: «Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo»; en cambio, nunca decimos: «Por el Espíritu Santo.» Esta práctica universal de la Iglesia tiene su explicación en aquel misterio, según el cual, el mediador entre Dios y los hombres es Cristo Jesús, hombre también él, sacerdote eterno según el rito de Melquisedec, que entró de una vez para siempre con su propia sangre en el santuario, pero no en un santuario hecho por mano de hombre y figura del venidero, sino en el mismo cielo, donde está a la derecha de Dios e intercede por nosotros.

    Teniendo ante sus ojos este oficio sacerdotal de Cristo, dice el Apóstol: Por medio de él ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza, es decir, el tributo de los labios que van bendiciendo su nombre. Por él, pues, ofrecemos el sacrificio de nuestra alabanza y oración, ya que por su muerte fuimos reconciliados cuando éramos todavía enemigos. Por él, que se dignó hacerse sacrificio por nosotros, puede nuestro sacrificio ser agradable en la presencia de Dios. Por esto nos exhorta san Pedro: También vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Por este motivo decimos a Dios Padre: «Por nuestro Señor Jesucristo.»

    Al referirnos al sacerdocio de Cristo, necesariamente hacemos alusión al misterio de su encarnación, en el cual el Hijo de Dios, a pesar de su condición divina, se anonadó a sí mismo, y tomó la condición de esclavo, según la cual se rebajó hasta someterse incluso a la muerte; es decir, fue hecho un poco inferior a los ángeles, conservando no obstante su divinidad igual al Padre. El Hijo fue hecho un poco inferior a los ángeles en cuanto que, permaneciendo igual al Padre, se dignó hacerse como un hombre cualquiera. Se abajó cuando se anonadó a sí mismo y tomó la condición de esclavo. Más aún, el abajarse de Cristo es el total anonadamiento, que no otra cosa fue el tomar la condición de esclavo.

    Cristo, por tanto, permaneciendo en su condición divina, en su condición de Hijo único de Dios, según la cual le ofrecemos el sacrificio igual que al Padre, al tomar la condición de esclavo fue constituido sacerdote, para que, por medio de él, pudiéramos ofrecer la hostia viva, santa, grata a Dios. Nosotros no hubiéramos podido ofrecer nuestro sacrificio a Dios si Cristo no se hubiese hecho sacrificio por nosotros: en él nuestra propia raza humana es un verdadero y saludable sacrificio. En efecto, cuando precisamos que nuestras oraciones son ofrecidas por nuestro Señor, sacerdote eterno, reconocemos en él la verdadera carne de nuestra misma raza, de conformidad con lo que dice el Apóstol: Todo sumo sacerdote, tomado de entre los hombres, es constituido en favor de los hombres en lo tocante a las relaciones de éstos con Dios, a fin de que ofrezca dones y sacrificios por los pecados. Pero al decir: «tu Hijo», añadimos: «que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo», para recordar, con esta adición, la unidad de naturaleza que tienen el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, y significar de este modo que el mismo Cristo, que por nosotros ha asumido el oficio de sacerdote, es por naturaleza igual al Padre y al Espíritu Santo.

    De las Cartas de san Fulgencio de Ruspe, obispo
    (Carta 14, 36-37: CCL 91, 429-431)

    Relacionado

    2018 Católico Iglesia Católica Jesucristo las oraciones por nuestro Sabes Señor terminan tu Hijo ¿Por qué?
    Share. Facebook Twitter Pinterest LinkedIn Tumblr Email
    Previous Article¿Puedo confesarme via llamada telefónica o por mensaje de texto? Sacerdote católico explica
    Next Article ¿Existe el Infierno y la condenación? el Padre Sam lo explica
    CanalDeCristo.Com
    • Facebook
    • Twitter
    • Instagram

    Related Posts

    Tiroteo en Texas: Obispo denuncia que las armas son más fáciles de conseguir que una aspirina en EEUU

    25 mayo, 2022

    Lleva Tu Carrera Musical Al Siguiente Nivel Con El Poder Media Group

    5 febrero, 2021

    La🙏Oración de petición de Perdón

    26 marzo, 2020

    Leave A Reply Cancel Reply

    NOSOTROS
    NOSOTROS

    Emisora de Radio Católica, difundiendo la palabra de Dios, educando y promoviendo los valores de nuestra Fé desde Republica Dominicana.

    Facebook Twitter Instagram YouTube
    PUBLICIDAD
    Articulos Populares

    Tiroteo en Texas: Obispo denuncia que las armas son más fáciles de conseguir que una aspirina en EEUU

    25 mayo, 2022

    El Papa ofrece Catequesis sobre el sentido y el valor de la vejez

    23 febrero, 2022

    La Oración que debes hacer el Domingo por la noche

    28 noviembre, 2021
    © 2023 CANAL DE CRISTO. Diseñado por El Poder Media Group

    Type above and press Enter to search. Press Esc to cancel.

    Go to mobile version