Dios mío, te doy gracias por todos los beneficios que has dispensado en este día.
Ahora, en mis horas de descanso, vengo a ofrecerte mis sueños y todos los momentos de esta noche.
Señor tú que despejas el camino de tinieblas y alumbras la noche, haz que durante este anochecer que empieza me vea exento de toda culpa y pecado. Que al nuevo amanecer pueda reunirme ante tu presencia para darte las gracias otra vez.
Deposito en tus manos mis alegrías y melancolías de este día que ya se fue. Y si fui egoísta pido solidaridad; si fui impulsivo, pido serenidad; si fui rencoroso, pido bondad; y si fui espinas para alguien, pido perdón.
Ayúdame a ser una nueva y renovada persona.
Permíteme que: cuando no vea esperanza, tú me muestres que eres la esperanza. Cuando no vea el camino, sepa que tú eres el camino. Y cuando no encuentre un propósito me muestres que tú lo eres.
Permíteme no preocuparme porque sabré que vendrán tiempos mejores y que contigo a mi lado solo debo aprender a tener paciencia. Después de todo las mejores bendiciones tuyas Señor, siempre llegan tras una gran tormenta.
Buenas noches Padre Mío.
Amén.