Oh Señor en este Domingo pido que me guardes de todo mal,
guárdame también de las malas personas que vienen con malas intenciones.
No permitas que nadie se acerque a mi familia o a mí, con la intención de hacernos daño. No solo en este día, sino en los demás que están por venir.
Te agradezco amado Jesús; porque tú eres mi salvador, eres mi luz y mi guía.
Te exalto maravilloso Rey de Gloria; porque tú eres grande, poderoso, invencible y majestuoso; no hay nadie como tú y aprovecho este Domingo para recordarlo.
Amén.